jueves, 16 de junio de 2011

Desmoralizar al Pueblo Venezolano es el Otro Paso de la Receta.

Sin duda que en la redacción anterior no nos equivocábamos, al menos creemos no en un porcentaje; definitivamente la misión de muchos opositores (algunos consientes, otro simplemente ovejas de rebaño) es la de tirar por el suelo todo aquello que represente el estado actual venezolano, esto es agua tibia, lo interesante es saber qué estrategia es la que está al turno y por allí todo indica que al parecer el quebranto de salud del Presidente de la República es muy apreciado, tal cual bocadillo, y es para la oposición imposible dejar de aprovecharlo.
Las nuevas ideas, que descansan en todo un estudio psicosocial, de hacer ver que el Jefe de Estado está impedido para el ejercicio de sus funciones, que está fuera del país sin ningún tipo de consentimiento de la AN, que casi ha abandonado a su pueblo y al país no es más que la forma de atacar al individuo y al colectivo oficialista (chavista) en su sentido mas prístino de sensación de seguridad ante la ausencia (sólo física) de su líder y máximo representante de ideales, de sus condiciones de pueblo y de sus derechos reivindicados de clase social aun explotada.
Esta es una de las formas más antiguas de contra-ataque ya que hasta el mismo Nicolás Maquiavelo lo esgrimía en los tantos escritos que dedico a los Medecis en su época, al igual que en el legado "Arte de la Guerra" de Sun Tzu se insinuaba como estrategia hasta de campo. Sin embargo para nosotros mundo occidental moderno tenemos como referencia que este tipo de trabajo psicosocial dirigido a la población con fines muy precisos fue mucho más usado desde mediados del S.XX cuando ya los grandes pensadores e inventores, trabajadores exclusivos para crear nuevas y/o fortalecer las viejas políticas del sistema mundo capitalista y opresor, se dieron cuenta por condiciones tácticas que era mucho más sencillo destruir al enemigo si a este se le mancillaba psicológicamente antes de ser atacado físicamente, es decir, se nos ocurre que quizás la formula en ese momento era: Desmoralizar * condenar bajo argumentos de falsa moral= debilitar.
Nada más fácil que dominar sobre aquel individuo que es manipulado y atacado desde lo emotivo incluso para conseguir rápidamente un cambio en su actitud que por lógica va a ser favorable a quienes diseñen el ataque psicológico o la campaña sucia o la actual campaña de medios. Con el tiempo muchísimos promotores del control mundial se dieron cuenta de que mejor que mantener un ejército de hasta 20.000.000 millones de individuos castrense, era tener uno de más de 5.000.000.000 millones de individuos que además no exige NADA, porque dentro de su programación de "obediencia" está el hecho de que debe respaldar lo que "moralmente" es bueno, aun cuando esa moral o eso respaldado no pertenezca a su realidad social y lo lleva a la máxima explotación con tal de mantenerse vivo y seguir respaldando el mismo modelo que lo condena pero le mantiene la “esperanza infinita” de que vive en un mundo de oportunidades. Por sensatez disciplinaria o autodisciplinaria, como es en este caso de la sociedad globalizada, se corre el altísimo riesgo ante el seguimiento de una línea casi única de pensamiento lleno de valores únicamente capitales de caer por su propio peso en las fauces dinámicas de ese sistema que infringe terror contra todo cuanto lo amenace, el detalle es que psicológicamente el individuo que apoya ese sistema, mundializador de valores capitales, está ausente de ello porque en su “programación” es así como se debe ser; por eso cuando el delincuente dice que a él o ella le toco robar tiene su toque de certeza porque es que en efecto es así como se distribuyen los roles; no es tan en libre oportunidad la selección de lo que haremos en un futuro, los roles casi son asignados por la misma dinámica del espacio que rodea al individuo y al colectivo, dinámica que hoy día aun está muy impregnada de valores únicamente capitales.
El pueblo chavista es amenazado y se pretende desmoralizar de cara a conseguir que este sea débil ante el episodio de las próximas elecciones presidenciales, en primera instancia, y más allá de las mismas, dado que quienes ofrecen lineamientos verdaderamente científicos a los "representantes de la MUD" saben que el episodio de las elecciones es inmediato y hasta sencillo, el enemigo ahora no es Chávez, el enemigo es quien hace que Chávez pueda estar allí, es el que hace que desde la distancia física el líder de la mayoría de la población venezolana siga siendo Chávez y lo que él representa; por tanto el enemigo de esos grandes intereses es el pueblo mismo que en su tranquila y parsimoniosa forma de aprender a hacer política ya no aguanta más el viajo sistema de opresión y de terror. Es este pueblo bravo, silencioso, pero absolutamente analítico (por empirismo) es que NO PERMITE que el trabajo de los dirigentes externos de la MUD logren el objetivo de boicotear el gobierno venezolano.
Se ha logrado dar el gran paso, hemos evolucionado social, política e históricamente... aquel coro que decía NO VOLVERAN, es más que vigente hoy en día, y ese tejido social es lo que preocupa y a los financistas de a la MUD y del resto de los opositores.
A los encargados del orden público, interno y externo, de la nación venezolana les corresponde con absoluto compromiso, seriedad y responsabilidad mantener a salvo a este preciado tesoro nacional (el pueblo); recordemos que por años nos mantuvo oprimidos y vejados un simple dicho: "es que el venezolano es flojo" y con eso nuestra moral durante décadas quedo por el suelo, primero la competencia fue contra los europeos (italianos y españoles mayoritariamente) ahora la comparación es contra los mismo coterráneos latinos (colombianos, ecuatorianos y peruanos). Hoy día se trata de romper con esa estrategia de programación psicológica para la doblegación y se ha logrado bastante, por eso se les quiere debilitar de esta otra nueva forma; esos ataques hay que neutralizarlos porque realmente representan alto riesgo. Repetimos asesoremos y escuchemos bien al Comandante Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, nuestra Venezuela.

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